La vela escolar, tal como se la conoce hoy, tiene sus orígenes en Francia hace casi 50 años. Con el tiempo, esta iniciativa ha tomado mucha fuerza y se ha convertido en un eje transversal a muchas materias impartidas en la enseñanza primaria y secundaria. Navegar a vela fomenta el equilibrio, la orientación y la capacidad de observación y análisis de lo que ocurre cuando se maneja el timón remando, o al dirigir la embarcación con buen tiempo en rumbos directos. También induce al conocimiento de las mareas y del entorno marítimo. En un principio, el objetivo de la vela escolar fue que cada participante obtuviese una serie de conocimientos y habilidades en el manejo de un pequeño velero, a la vez que se fomentaba el respeto al medio ambiente y el trabajo en equipo. Actualmente, la vela escolar ha derivado en una actividad organizada que exige una constante colaboración entre sus responsables académicos y deportivos. Los cursos combinan aspectos técnicos de la navegación con objetivos educativos ligados a valores y la exploración de fenómenos físicos y naturales, que luego podrán ser empleados en las aulas como ejemplos experimentados por los propios alumnos. La integración de estas dos facetas es un factor clave para el éxito de estas actividades, y para ello se han desarrollado estándares adecuados a esta modalidad de aprendizaje. Algunos de los objetivos incorporados en los programas de vela escolar son:
- Adquisición de un sistema de equilibrio postural adaptado al movimiento de una base inestable.
- Activación de los sentidos, recoger información visual, auditiva, táctil y perceptiva.
- Estimulación del razonamiento mecánico
- Potenciar la búsqueda de soluciones.
- Educación en la prevención y anticipación.
- Promoción de la cooperación como grupo o tripulación.
- Adquisición de una terminología especializada.
- Sensibilización al medio marino.
A nivel intelectual, lo importante es aprender a buscar, reaccionar adecuadamente, inventar y crear. En este sentido, se ha comprobado que la vela sirve para potenciar lo que denominamos exploración y estructuración.
Exploración: se ponen a prueba las propias habilidades potenciando el descubrimiento activo. Se aprende a reaccionar o dar respuestas adecuadas a cada situación.
Estructuración: la vela ayuda a sintetizar, formular hipótesis, estudiar reacciones, analizar sistemáticamente las situaciones, a la vez que potencia un sentido crítico.
El pasado sábado, día 8 de marzo, dentro de las Actividades en la Naturaleza, organizadas por el C.E.P. (Centro del Profesorado) de Málaga en el Club Náutico El Candado, presentamos nuestro programa de vela escolar a 45 profesores de Málaga y provincia, y se les impartió un bautizo de mar a tod@s.
- Adquisición de un sistema de equilibrio postural adaptado al movimiento de una base inestable.
- Activación de los sentidos, recoger información visual, auditiva, táctil y perceptiva.
- Estimulación del razonamiento mecánico
- Potenciar la búsqueda de soluciones.
- Educación en la prevención y anticipación.
- Promoción de la cooperación como grupo o tripulación.
- Adquisición de una terminología especializada.
- Sensibilización al medio marino.
A nivel intelectual, lo importante es aprender a buscar, reaccionar adecuadamente, inventar y crear. En este sentido, se ha comprobado que la vela sirve para potenciar lo que denominamos exploración y estructuración.
Exploración: se ponen a prueba las propias habilidades potenciando el descubrimiento activo. Se aprende a reaccionar o dar respuestas adecuadas a cada situación.
Estructuración: la vela ayuda a sintetizar, formular hipótesis, estudiar reacciones, analizar sistemáticamente las situaciones, a la vez que potencia un sentido crítico.
El pasado sábado, día 8 de marzo, dentro de las Actividades en la Naturaleza, organizadas por el C.E.P. (Centro del Profesorado) de Málaga en el Club Náutico El Candado, presentamos nuestro programa de vela escolar a 45 profesores de Málaga y provincia, y se les impartió un bautizo de mar a tod@s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario